Un grupo de creyentes se encontraba en la Iglesia de la Libertad cuando una fuerte tormenta los sorprendió el pasado jueves. La luz se cortó y los vientos comenzaron a hacerse cada vez más fuertes.
Los fieles, entre ellos Whitney Smith, su hijo de dos años y su esposo, comenzaron a clamar a Dios pidiendo ayuda. En medio del caos, Whitney se colocó sobre su hijo para protegerlo.
El tornado golpeó la iglesia derribando vigas y muros, y los escombros cayeron sobre ellos.
A pesar de la devastación, el esposo de Whitney logró levantar los escombros y sacar a su familia ilesa, en lo que consideraron un verdadero milagro.
“Cuando salimos, no podíamos ver el camino. Todo era negro”, recordó.
“Dios nos protegió. Simplemente agradezco que estemos vivos”, testificó ella, que solo se lastimó un pie al pisar un clavo.
El lugar quedó completamente destruido por el tornado y la congregación ahora está enfocada en reconstruir el edificio.
Pasado el temporal, la iglesia se reunión el domingo de esa misma semana en el centro comunitario de la ciudad para adorar a Dios y glorificarle por su fidelidad en medio de las circunstancias difíciles.
«Jesús dijo: ‘¡En este mundo tendréis problemas, pero tened valor, porque yo he vencido al mundo! ¡Confiamos en Jesús tanto ahora como siempre! ¡Él es un ganador!», declaró el pastor de la iglesia, Matt, en un publicación de Facebook.
Durante una conferencia de prensa el viernes pasado, el alcalde de Winchester, Bob McCoy, anunció que un total de 22 viviendas sufrieron daños graves o total destrucción, mientras que más de 100 edificios resultaron afectados por el tornado.
Además, alrededor de 40 personas resultaron heridas como consecuencia del desastre natural.
